Los espacios comunes globales (the global commons en inglés)
La evolución de la tecnología por un lado y la búsqueda de recursos energéticos y minerales por otro ha supuesto que el mundo sea cada vez más "pequeño"; zonas del mundo que antes eran inaccesibles ahora si lo son y, además son de una gran relevancia geopolítica. Zonas que no pertenecen a nadie en particular, sino que son propiedad de todos, es decir zonas que son comunes y globales. A estas zonas se les llama espacios comunes globales y están cada vez de mayor actualidad geopolítica. El mundo se puede dividir en dos partes; por un lado las áreas o dominios de recursos que caen bajo algún tipo de jurisdicción nacional y por otro aquellos que no están sujetos a casi ninguna legislación; estos segundos son los espacios globales comunes. Históricamente, la mayor parte de los espacios comunes globales han sido prácticamente inaccesibles y, por lo tanto, apenas han estado sujetos a reclamos de soberanía o de explotación. Sin embargo, los bienes comunes globales han sido explotados por el principio del patrimonio común de la humanidad, en el caso de alta mar y también des espacio aéreo y de espacio. Con los avances tecnológicos y los desarrollos ambientales, esto está cambiando rápidamente, sobre todo porque un elevado número de actores, estatales y no estatales, tienen acceso a los espacios comunes globales y, por lo tanto, a su explotación. Los espacios comunes globales, es decir que no son de nadie y sin son de todos, (marítimo, aéreo, ciberespacio y el espacio ultraterrestre) son áreas o dominios de recursos que se encuentran más allá del alcance político de cualquier estado. Por ello, son espacios geopolíticos o dominios de recursos a los que todos los estados y otros actores tienen acceso legal y de la misma forma; el espacio lo puede explotar, desde el punto de vista legal, igual Space X de Elon Musk que la Nasa o la Agencia Europea del Espacio. Al no estar sujetos a ningún tipo de soberanía, de ahí la palabra "común", una gran cantidad de actores estatales y no estatales (individuos, autoridades regionales, agrupaciones, empresas, grupos locales) tienen acceso legal a ellos y pueden explotarlos potencialmente.
Históricamente, los conflictos interestatales han estado dominados por cuestiones de control territorial; poco o nada importaba las aguas internacionales o el espacio exterior; es decir, poco importaban los espacios comunes globales. Sin embargo, cada vez existe una mayor conflictividad por el control de las aguas de determinadas islas, como es el caso entre Filipinas y China o Turquía y Grecia, o la nueva carrera espacial en el que la Luna parece ser un lugar especial para la explotación de las tierras raras. En el lado de las relaciones internacionales y de la geopolítica mundial, el mundo parece ser cada vez más volátil e incierto, con una China cada vez más asertiva, el Brexit, la agresión rusa en Ucrania, y una política exterior de EE. UU. más centrada en equilibrar su relación con China. En este escenario volátil, es desconcertante que los espacios comunes globales estén mucho menos institucionalizados que todas las cuestiones territoriales de la política mundial y, como tales, son las áreas del mundo que se acercan más a la idea analítica de la anarquía, definida como la falta de una autoridad común o en términos de Hobbes a falta de un Leviatán. Esta falta de Leviatán y tomando como ejemplo que cuando menos control han habido más guerras, varias teorías de relaciones internacionales, especialmente el realismo, argumentan que un alto nivel de conflicto es muy probable que suceda en el futuro, con estados instrumentalmente racionales compitiendo por los recursos y el control territorial. Además, es muy posible que actores que buscan una cierta hegemonía, ya sea global como China y EE. UU o regional como Irán o Japón, entrarán una carrera por la explotación de estos espacios globales comunes.
Principales características de los Espacios Globales Comunes.
Ciberespacio, Marítimo, Eéreo y Espacio ultraterrestre
Los espacios comunes globales son el el ciberespacio, el espacio marítimo y el espacio aéreo y ultraterrestre. Se caracterizan por su fácil acceso y débil regulación y como se ha discutido pueden convertirse fácilmente en escenarios de confrontación. El ciberespacio es sin duda un espacio global, de muy fácil acceso, cada vez más relevante; el 80% de la población mundial utiliza el ciberespacio a diario. El espacio ultraterrestre está adquiriendo una mayor importancia estratégica, con numerosos actores buscando explotar sus recursos que se sospecha que existen tanto en la Luna como en Marte. Asimismo, el espacio marítimo es clave para el comercio mundial; el 80% del comercio mundial se realiza vía marítima. Los espacios comunes globales conectan el mundo y a las sociedades y permiten el libre flujo de personas, bienes, información, servicios e ideas, etc. Son espacios abiertos a todos los Estados por igual, también al sector privado; además a nadie se le puede excluir de su disfrute. Se caracterizan por no tener fronteras físicas, la ausencia general de soberanía y jurisdicción por parte de los Estados. Por ello, especialmente por su débil regulación, es muy difícil la atribución de acciones delictivas de cualquier tipo.
El espacio marítimo
El espacio aéreo es, en parte, un espacio global común que tiene ciertas características parecidas al espacio marítimo. La mayor parte del derecho aéreo se basa en el derecho mercantil marítimo, salvo algunas especificaciones particulares, pero puede considerarse su "hermano gemelo". De hecho, en los comienzos de la aviación a principios del siglo XX, a falta de legislación específica, se aplicaba directamente el código mercantil marítimo en el caso de vuelos internacionales con fines científicos o comerciales. El espacio aéreo podemos dividirlo en dos partes que, pese a que desde el punto de vista de la ciencia son iguales, desde el punto de vista jurídico son casi antagónicos. Pues bien, la división se hace entre aquel que es espacio aéreo soberano, entendido por aquel que pertenece a un estado reconocido, y el espacio aéreo libre, que no pertenece a nadie y, por lo tanto, es común y global. Es espacio aéreo soberano cumple las siguientes características:
Es el espacio aéreo por encima de los estados y hasta las 12 millas náuticas de la costa.
Está sometido al control del estado soberano sobre el que está ese espacio aéreo.
Normalmente existe el derecho de paso, y operación en caso de aeronaves civiles, pero no para las aeronaves de estado (militares, autoridades, policía, etc.).
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) regula la operación de las actividades de las aeronaves civiles y, salvo alguna excepción, todos los países de la ONU son firmantes. Destaca las "nueve libertades del aire", establecidas por la OACI y que regulan las actividades comerciales entre países.
El límite vertical, donde empieza el espacio ultraterrestre, es comúnmente aceptado como la línea Karman; 100 km por encima del mar.
El espacio aéreo es un sector estratégico de la economía y en continuo crecimiento. En términos generales contribuye a un 2,55 del PIB de las naciones desarrolladas y las que dependen del turismo, como España, Grecia o Italia, aun más. Desde el punto de vista de la Defensa proporciona capacidades claves en cualquier conflicto actual: de penetración, de proyección, de apoyo, de fuego con precisión a grandes distancias, en ocasiones fuera del alcance del fuego enemigo, capacidad de espionaje, etc. Sin embargo, el espacio aéreo también supone un aserie de amenazas que son difíciles de hacer frente. Por ejemplo las siguientes:
Terrorismo; como quedó demostrado en el ataque a las Torres Gemelas.
Es altamente disruptivo, pues un fallo de un sistema puede tener consecuencias catastróficas e inmediatas.
Es tecnológicamente dependiente y, debido al aumento del tráfico aéreo, esa dependencia para una navegación de mayor precisión y segura es más acentuada.
Afecta a todos los ámbitos, tanto civiles como militares. Por ejemplo, el cierre de un aeropuerto por un determinado suceso tiene implicaciones directas en el turismo y en el transporte de mercancías, lo que a su vez afecta a la economía. En el aspecto militar, una deficiencia en el ámbito aéreo tiene una repercusión inmediata en el propio ámbito aéreo, pero después los ámbitos terrestres y marítimos también se pueden ver afectados.
Crimen Organizado; especialmente en países que no controlan todo su espacio aéreo.
Armas de Destrucción Masiva; que se pueden lanzar desde plataformas aéreas, como así sucedió en la Segunda Guerra Mundial.
Ciber amenazas: que pueden deteriorar o destruir los servicios aeronáuticos de un aeropuerto y provocar un caos aéreo.
Epidemias y Pandemias; ya que mediante el medio aéreo se puede expandir un virus e a todo el mundo en cuestión de horas
Contaminación Atmosférica y Acústica; como consecuencia de las grandes cantidades de combustible que consumen las aeronaves.
Facilidad de conseguir un alto número de víctimas; especialmente mediante el empleo de drones comerciales que pueden portar cargas explosivas y tienen una gran precisión de navegación.
La repercusión mediática y el impacto económico inmediato: los accidentes aéreos, pese a tener estadísticas de accidentabilidad muy por debajo del automóvil, son siempre noticia en el caso de accidente.
Tecnología al alcance de terroristas; el abaratamiento de las aeronaves, especialmente los drones ha supuesto que los terroristas puedan utilizar aeronaves para perpetrar atentados.
Aunque es cierto que el espacio común aéreo parece haber dejado paso al del espacio, no es menos cierto que en las últimas guerras, el instrumento del poder aéreo ha jugado un papel fundamental, sino clave.
El espacio ultraterrestre